viernes, 14 de agosto de 2009

HASTA PRONTO PEDRITO

Pobre mi amigo Pedrito. Ese está mucho más loco que yo. Acaba de enviarme un sms a mi celu exigiéndome que le regale algunas pastillas. Esas que toma mi mami cada vez que no pueda dormir. Dice que los necesita. Yo ya sé para que los quiere. De seguro que quiere morirse. Desde que le conozco siempre esta buscando formas para matarse pero no muere. Ningún intento de suicidio le resulta. Eso le vuelve más resentido y frustrado. Yo como buen amigo le ayudo en lo que puedo cada vez que el intenta eliminarse. Para eso están los amigos.


Voy de prisa a mi casa. Saco del cajón más pequeño de la cómoda de mi mami quince pastillitas para dormir. De inmediato voy corriendo hasta la casa de mi amigo Pedrito. Porque hay que apoyar a la gente que quiere morir. Hay que dejarlos morir. Para que nos dejen en paz a los que amamos la vida. Para que nos dejen vivir. Con el corazón queriéndose salir de la boca por el cansancio. Recontra agitadazo sin casi poder hablar porque el aire se me hacia escaso en los pulmones para poder efectuar palabra. Por fin. Llegué a la casa de Pedrito. Toco el timbre. No me hace esperar mucho. Sale de inmediato a abrirme la puerta. Me hace pasar a su cuarto y desesperado me pide las pastillas. Saco del bolcillo de mi jean focalizado una bolsita con las pastillas y le entrego a mi amigo. Él. Feliz. Me abraza super fuerte. Y yo siempre como cada vez que se quiere matar. Le devuelvo otro abrazo de seguro que mas fuerte de lo que el me da. Porque es posible que eso sea el último abrazo que le de. O que sea la última vez que le ayude a suicidarse.

Pone las quince pastillas en la palma de su mano. Me pide que le alcance un vaso con agua. De un solo aventón lanza todo el puñado de píldoras a su boca y sin hacer muecas. Se los toma todo de una sola. Como ya dije. Yo como buen amigo. Siempre a su lado. Si el quiere morir. Porqué yo. Siendo su mejor amigo no debo ayudarle?

Pude ver su rostro enrojecerse. Sus ojos salir de orbitas. Mirar sin dirección. Pude ver a mi amigo. Desmayarse de a poco. Yo. Sin hacer nada. Quizás éste sea su final. O quizás. Solo sea un nuevo intento fallido de suicidio.

El teléfono en su sala comienza a sonar. No se que hacer. Pedrito está a punto de quedarse dormido. El teléfono suena y suena. Logro ponerle de pie. Vamos juntos a contestar el teléfono. Como Pedrito no podía sostener el auricular activamos el altavoz. Escuchamos que su mami le saluda llorosa. Le dice. Pedrito. Anoche te soñé. Te vi desesperado en mi sueño. Me asusté mucho Pedrito. Dime que estas bien. Que no te pasa nada. Que solo fue un sueño.

Pero Pedrito. A las justas pudo decir un hola. Su voz se fue. El se fue.

Yo vi. Como se murió mi amigo Pedrito. No tengo sentimientos de culpa. Porque el quiso morir desde antes. Yo. Como buen amigo solo le ayude a morirse. Nada más. Sé. De todo corazón. Que le hice un bien. Que Pedrito ya esta feliz en algún lado. En donde se encuentre.

1 comentario:

  1. Hola man, visita mi blog:
    www.olsiton.blogspot.com

    donde podrás leer mis experiencias vividas y no tan vividas.

    y este blog también, que está buenazo:
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