jueves, 30 de abril de 2009

TAMBIEN SOY AMIGO DE DIOS


Entrevista con Lucifer



El Diablo tratando de desarrollar una buena imagen de sí mismo, para ello llama a uno de sus diablillos desde su Departamento de Relaciones Públicas para hacer una entrevista.


Tratando de ser lo más profesional posible, ‘Malas Noticias’ comienza su entrevista diciendo: “Hola, ¿así que tú eres el diablo?”


“No”, responde el Jefe, “yo soy Lucifer, el lucero de la mañana”. Como todo buen reportero, ‘Malas Noticias’ dice aprensivo: “Pero la Biblia dice que tú eres el diablo, la vieja serpiente”.




El Jefe aclara su garganta y continúa: “La verdad es que las personas de la antigüedad quienes escribieron la Biblia eran supersticiosas y necesitaban a alguien para personificar todas las malas cosas que ocurren en el mundo de manera natural. Pero la verdad es que he sido mal representado. Yo no he querido sino el bien para todo el mundo.




‘Malas Noticias’ no va a soltar tan fácil al Jefe: “Pero mira todo lo que has hecho a través de los años”. “Ese no fui yo”, contesta el Jefe encogiéndose de hombres, “Como tú sabes siempre hay fanáticos. Dios mismo tuvo seguidores fanáticos también.”



Sin embargo, para aparentar estar desinformado, ‘Malas Noticias’ le lleva la contraria, “Pero hemos leído que existe una gran controversia entre Cristo y Satanás”. El Jefe frunce el ceño: “Mi nombre no es Satanás. Yo soy Lucifer, el hijo de la mañana y además yo nunca hubiera querido que todo esto sucediera. Yo fui expulsado del cielo porque no fui comprendido. ‘Malas Noticias’ hizo su tarea y continúa inquiriendo: “Pero mira qué le hiciste a Jesús. Hemos leído la historia de cómo tu tentaste a Cristo en el desierto.”



Tratando de dar una impresión compasiva y amable el Jefe explica: “Yo no quise ningún daño para él. El no había comido en cuarenta días. Yo sólo estaba tratando de ayudarle a tener más fe.” ‘Malas Noticias’ mira como tratando de entender un acertijo: “Esto es realmente confuso para mí”. “Es confuso para mí también”, dice el Jefe arqueando una ceja, y su semblante da la impresión como si realmente le importara: “Yo no quiero nada sino el bien para la gente.


Yo no quiero que la gente se pierda. Quiero que se salven. Por eso es que estoy promocionando tanto el amor. Inclusive yo mismo quiero ser salvado. Yo pienso que estoy siendo juzgado injustamente. Por eso les digo a las personas que no sólo sean amorosas, sino también preocupadas y compasivas. Yo inclusive le digo que deben hacer el bien todos los días. Yo inclusive considero que cada uno debe tener una relación con Jesús. Es más, yo mismo tengo relación con él también. También soy amigo de Dios”

miércoles, 22 de abril de 2009

EL SAPO HUALO Y EL ALACRAN

Hubo una vez un sapo Hualo que estaba en la orilla de una extensa quebrada, recostado sobre una rama cerca a la orilla, muy cerca al agua, observando las hojas de los arboles, tratando de ver el cielo, contemplando la hermosura de la naturaleza; un Alacrán lo observaba de atrás de unos arbustos, tratando de hacerse amigo del sapo Hualo, botando la vergüenza, poniendo su mejor rostro de amistad, se acercó al sapo Hualo y le dijo:-¿me ayudarías a cruzar al otro lado de la quebrada? Por favor. Yo me subo en ti y tu nadas hasta el otro lado.


-No, no puedo hacerlo, si tu te pones sobre mi, puedes picarme y yo de seguro que moriría al instante.


-Piénsalo, si yo te pico, en medio de la quebrada tu morirás, pero también yo moriré, por que si tu te hundes yo me hundo también y moriré junto contigo, solo quiero ir al otro lado, ¿me ayudarás?Al sapo Hualo, esas palabras no le sonaban sinceras, en su pequeño cerebro, en un micro segundo analizo la propuesta, pero pudo mas el deseo de servir al prójimo. Después de meditarlo por unos segundos el sapo Hualo accedió; -Está bien, yo te ayudaré, te llevaré al otro lado de la quebrada y luego tu seguirás tu camino solo, te dejo a la otra orilla y yo me regreso a seguir disfrutando del tiempo, de la vida, del viento fresco, de mi vida.

-Estoy de acuerdo contigo, será el primer favor que te pida, te estaré agradecido por el resto de mi existencia.

El Alacrán de un salto subió en el lomo del sapo Hualo, y con mucho esfuerzo nadó el servicial sapo, ya mientras iba a mitad de la quebrada, sintió un picotazo en su cabeza, se asusto e inmediatamente se detuvo y le preguntó al Alacrán:-¿por qué me picaste? Ahora, definitivamente aquí moriremos los dos.


-Discúlpame, discúlpame amigo sapo, no quise hacerlo- decía el asustado Alacrán - pero no pude evitarlo, esa es mi naturaleza, no puedo controlarlo.

Poco a poco, el pobre sapo Hualo comenzó a perder fuerzas y empezó a hundirse en media quebrada, y el Alacrán junto a el; los dos se fueron al fondo la quebrada para siempre.




Existen muchas personas quienes nunca podrán cambiar, por mas esfuerzos que hagan, siempre serán los mismos dominados de sus actos.

sábado, 18 de abril de 2009

TOI BLOGOLESTO CONTIGO


Si, es cierto, muchas veces mentimos. Mentí muchas veces, hasta ahora lo sigo haciendo, y lo voy a seguir haciendo cada vez que me convenga; pero mientras pueda evitarlo, trataré de no hacerlo.
Menos lo are por este medio, por este pequeño espacio donde uno puede ser y hacer lo que verdaderamente nos gusta, ESCRIBIR. porque escribir es estar vivo, y esto me da vida.
Necesitábamos reunirnos para charlar un poco, no lo hacíamos desde diciembre del año pasado. Ya es hora de hablar de nuestras cosillas que solo nosotros sabemos de nosotros y que aun siendo amigos dudamos en contarnos.

Salí temprano de mi casa para despistar al enemigo. Me metí en un inter para hacer hora hasta las ocho de la noche, estuve como tres horas vagando en el ciber espacio, en la blogosfera, entreteniéndome un poco, leyendo y comentando algunos blogs de amigos desconocidos.

Hasta que por fin, chequeo el reloj y solo faltaban dos cortos minutos para que sean las ochos.

Chapo un motocar, le pido que me lleve por la calle callao como quien bajando al mercado modelo, porque no conozco la dirección exacta de mi amigo Sebas.

Cuando llego a la casa de Sebas, solo encuentro a Choy y Ludwig, y el (sebas), no había, estaba perdido; le esperamos sentado en la vereda de su casa. Hasta que llego, pero llego mal, no pudo atendernos. Y como era de saber, echo a perder nuestra reunión planificada de amigos.

¿Amigos? No se que clase de amigos somos, casi nunca nos vemos, no nos hablamos, dudamos de cada uno de nosotros, no nos contamos nuestras cosas – no las mas intimas- no se que clase en realidad de amigos somos.

Nos conocimos en la cepreUNAP el 2007 ahí en ese lugar donde todos peleamos por cubrir una vacante para entrar a Universidad. Donde los jóvenes son amigos y rivales.

Ahí conoci a Ludwig, Choy y Sebas, cada uno con una personalidad distinta, desde ese entonces nos hacemos llamar los cuatro fantásticos, los mejores amigos.

Estoy cansado de jugar a ser amiguitos sin serlo, quizá solamente solo somos conocidos.
Y me di cuenta, cuando Choy, mi “super amiga”, dudo en contarme sus cosas, y prefirió contar a otra persona, que al final termino delatándola.
No es nada grave, pero me molesta. Por eso toi blogolesto contigo. Nada más.
Se me va a pasar amiga. Yo lo creo.

Cuando aprendas a tenerme confianza y si te atreves, solo llámame para decirme aunque sea “hola amigo” y si quieres luego corta.

La amistad es uno de los mayores valores que puede darme la vida. Pero si no tengo amigos, como cultivo ese valor?

Qué clase de amigos somos...?!

miércoles, 15 de abril de 2009

ESCRITOR POR PLACER NECESIDAD Y AMISTAD


Cuando estudias literatura en la UNAP o en cualquier universidad, es muy seguro que siempre al inicio de cada semestre nos pidan escribir cuentos, mitos, poemas, monografías, textos con todas sus clases y todo lo que tiene que ver con redacción. Y si a uno le gusta ese mundo, donde un papel en blanco y un lápiz se dejan dominar por nuestros deseos insaciables de escritor, donde podemos crear mundos y personajes fantásticos; si todo eso nos encanta de seguro que jamás desearemos dejar de estudiar literatura.
Pero existen excepciones, mucho mas acá en nuestra universidad, donde hay tantos jóvenes que se meten a estudiar una carrera universitaria, no por que les guste, sino, solo porque llegaron de casualidad o porque no tuvieron otra alternativa.
En mi salón pasa lo mimo, hay compañeros de quienes puedo asegurar, sin error a equivocarme, que sí van a completar sus cinco años y en un futuro muy cercano serán unos nuevos docentes de educación en la especialidad de lengua y literatura, a quienes veremos rindiendo sus exámenes, para ocupar una plaza vacante entre tantos maestros desempleados. Pero hay otro cierto grupo de compañeros, que poco a poco irán desertando – soy el primero del grupo.

A veces tengo el presentimiento de ser un escritor, siempre me dan ganas de pasarme la vida escribiendo sin nada más que hacer, aunque no siempre escriba algo coherente. Cada vez que tengo ese presentimiento, cojo cualquier hoja, la que tenga más cerca a mí y busco un lapicero para ponerme a escribir; aunque en ocasiones termine extraviando las hojas donde escribo. Otras veces logro conservarlas y luego tipearlas y guardarlas en mi laptop o en un USB.

Pero desde que logre ver que mis escritos son un buen negocio en mi facultad, porque los podía vender, comencé a guardarlos.







Y empecé entonces a negociar con mis cuentos, a cinco Luquitas nomas, y por primera vez tuve mi negocio propio; al inicio me gustaba todo eso, porque al día podía hacer mas de cuarenta soles, era un éxito eso de vender mis historias propias, de seguro que resultaba porque ellos se veían en cada historia, hasta a veces podían ser el personaje principal. Hasta que se enteraron las chicas de inicial, y también se volvieron mis caseritas, traían sus personajes infantiles para que yo les diera vida. No podía creer que eso de escribir a veces sea bueno. Por mi, no les cobraría nada, pero una amiga me dijo que si no cobro es posible que alguna vez termine sin inspiración, suena tonto, y como me convenía, pues siempre terminaba cobrando.


Pero hace como tres meses atrás que deje de ir a la universidad, y poco a poco el negocio fue decayendo. Hasta que se olvidaron un tiempo de mí.
Cuando creía que mi negocio trunco, que todo ya se fue a la desgracia y ya no volvería a ver ni un solo sol; aparecieron algunos de mis compañero en mi casa, pidiéndome que escribiera algo para ellos, porque el profesor del curso de carrera – castellano – los estaba exigiendo a que presenten sus trabajos. Mi compañero Walter estaba con ellos, cobrarle a el por escribir, sería injusto; el que esta pasando por tantos líos en estos momentos, embarazó a su chica y ahora tiene que motocarrear para mantenerse porque sus padres le quitaron todo, no puedo cobrarle, porque él, en las buenas me invito muchas veces a chupar de alma en el PORRON allá en la AV. La Marina. A el no le cobro, pero a los demás, debía cobrarles, pero no, por Walter, les hice gratis el trabajo de todos, solo por amistad.
Hace una semana deje oficialmente la universidad, deje a la facultad que me abrigo por dos años consecutivos, allá en la Bermúdez donde aprendí tantas cosas, ese lugar que me dio mi primer amor, con quien sigo hasta ahora, deje a la facultad y sobre todo a mis compañeros, que terminaron convirtiéndose en mis amigos.
Y cuando digo que deje oficialmente la universidad, me refiero a que pague los 25 soles respectivo por retiro temporal, hasta cuando vea conveniente regresar, y también, porque fui a donde mis ex compañeros y les dije que no escribiré mas por plata y ni por amistad. No les ayudare a hacer sus trabajos porque ahora estoy en otra cosa. Mi deber ahora es ingresar a Medicina y ser psiquiatra, ser lo que siempre quise ser, por eso debo olvidarme de las demás cosas.


Y volví otra vez a escribir en papeles que termino extraviando.

sábado, 11 de abril de 2009

NO QUIERO VERTE ASI


Me pregunto muchas veces cómo será tu nueva vida. Cada vez que me lo imagino, mis ojos no resisten, se llenan de lágrimas y se ponen a llorar; no sabes cuanto daría por cambiarnos de lugar, para que tú vayas a vivir en mi casa y yo vaya a tu casa (si se lo puede llamar casa al lugar en donde vives).

Hace casi como un mes que no nos vemos, que no vamos a la sexta cuadra de la Loreto a tomarnos una leche de tigre - aunque tu siempre terminabas comiéndote el mío; ya van a ser casi un mes que no salimos a pasear, ni ya no vamos al musmuki a tomarnos un traguito hasta ya no poder caminar, ni tampoco ya la gente nos confunde, ya no son capaces de dudar de nuestra amistad, y todo eso, por tu nueva vida.

Esa última vez que nos vimos, no fuiste capaz de mirarme a los ojos, porque te avergonzabas de ti, yo lo entiendo amigo, yo también estoy sufriendo por ti – tenlo por seguro – se que es difícil perderlo todo de la noche a la mañana, perder todo en un parpadeo. La crisis cayó con todo en tu familia; tus padres perdieron la cebichería, el hospedaje, les embargaron sus muebles, perdieron la casa.

Pero uno de tus tíos recontrasuperarchibuenagente, que degusta de los caramelos verdes, rico, que se pudre en plata allá en Madrid, ese que se pasea por casi todo el mundo; fue tan generoso con ustedes y les regaló una casa, una pequeña casa en la zona más desgraciada de nuestra ciudad; en la AV. Participación.

Nunca voy a verte, y sería mentira si digo que no tengo tiempo, porque no es cierto. Lo que pasa, es que me asusta caminar por esa zona descuidada, no quiero ensuciar mis zapatillas converse con barro, no soporto ver tanta pobreza y menos soportaría verte en medio de ellos, aunque ya eres parte de ellos.


Amigo, yo siempre seré tu amigo, siempre estaré aquí para apoyarte, para invitarte a comer empanada en la esquina de la plaza pons en la pevas, para darte un sol para tus copias, para invitarte a tomar en donde quieras, pero nunca, nunca me pidas que me vaya a verte a tu casa. No quiero verte así.

jueves, 9 de abril de 2009

VIERNES SANTO

El viernes a la noche, Esteban fue a la vigilia de la iglesia evangélica en su pueblo. Se llevó al Paco, su hijo de nueve años, quien no iba de muy buena gana que digamos. Paquiito se durmió en la banca a eso de las diez de la noche, y Esteban —que había tenido un día agotador de trabajo y luchaba por no dormirse también— lo tapó con su chumpa de lona. Cuando terminó la ceremonia, al filo de la medianoche, Esteban se despidió de los feligreses y del pastor, y cayéndose del sueño se fue para su casa, buscó rápidamente su cama y se durmió al instante. Pero Paquito no iba con él.

Una hora después de que la iglesia se cerrara, Paquito despertó. Vio todo oscuro y sintió miedo, pero decidió ser valiente y no empezar a gritar porque podría asustar al pastor, que vive a la par de la iglesia. Y porque si su papá lo encontraba llorando le iba a pegar. Se desperezó y empezó a buscar la salida, tropezándose con las bancas.


—Hay alguien en la iglesia —le dijo su mujer al pastor Abraham.

El pastor le respondió que no hiciera caso, que lo dejara dormir. Pero Paquito en una de esas botó al suelo un florero y se escuchó nítidamente en el dormitorio de la pareja, poniendo en alerta al pastor.

—Debe ser un ladrón, voy a ver —dijo el pastor a su mujer, con el bate de béisbol de su hijo empuñado—. Que sea lo que Dios quiera.

El pastor fue hasta la puerta de la iglesia y pegó su oreja. Escuchó cómo alguien desesperadamente quería forzar la puerta donde guarda las ofrendas. Temiendo lo peor, puesto que los ladrones no se tocan el corazón para disparar incluso a hombres de Dios, volvió a su casa y llamó a un par de feligreses de la iglesia que vivían cerca.

Mientras tanto, Paquito quería abrir todas las puertas que se le ponían por delante, y estaba a punto de llorar, pero se acordaba que su papá le había dicho que sólo las mujeres y los huecos lloran. Y él era hombrecito. Se sentó en una banca, derrotado, y pensó que de repente le tocaba quedarse el resto de la noche en la iglesia, así que empezó a orar: “Diosito, te pido que mi papá no se enoje ni me pegue por quedarme dormido aquí. Yo no quise dormirme pero se me cerraban los ojos y ya no pude aguantarme”. Luego se paró para buscar agua porque tenía sed.

A los cinco minutos llegaron los fieles con el pastor y al acercarse a la puerta, escucharon pasos adentro de la iglesia.

—¿No será que es un mal espíritu, hermano? —le dijo uno de los fieles al pastor.

—Por supuesto que no, cómo van a pensar eso. Es un ladrón que le quiere robar al Señor las ofrendas y no debemos permitírselo.

Paquito escuchó las voces, se acercó a la puerta y empezó a golpearla, desesperadamente.

—¡Se los dije, es un mal espíritu! ¡Está desesperado porque está en la casa de Dios! —exclamó convencido el feligrés.

—¡No! ¡Soy Paco, me quedé encerrado!

El pastor abrió al fin la puerta de la iglesia y salió Paquito con sus grandes ojos llorosos. Llamaron a Esteban y éste vino corriendo. Se mostró avergonzado por no haberse dado cuenta del olvido, pidió disculpas, agradeció al pastor y a los hermanos la atención y se fue con Paquito a su casa.

El pastor se quedó observándolos y escuchó claramente cuando Esteban, antes de doblar por la esquina, dándole un coscorron a su hijo, decía:

—¡Y nada de estar chillando! ¡cabeza hueca!

martes, 7 de abril de 2009

LOS 10 MANDAMIENTOS DEL ATEO


1.- No deberás creer todo lo que se te dice.


2.- Deberás buscar el conocimiento y la verdad constantemente.


3.- Deberás educar al prójimo con las Leyes de la Ciencia y el conocimiento.


4.- No deberás olvidar las atrocidades cometidas en el nombre de Dios.


5.- Deberás dejar contribuciones valiosas para futuras generaciones.


6.- Deberás vivir en paz con el prójimo.


7.- Deberás vivir la vida al máximo.


8.- Deberás seguir un código de ética personal.


9.- Deberás mantener una separación estricta entre el Estado y la Iglesia.


10.-Deberás apoyar a quien siga estos mandamientos.