martes, 27 de enero de 2009

Son muchas las horas de mirar al cielo, imaginando que detrás de toda esa inmensidad de nubes, habita alguien supremo a nosotros, un ser divino, que nunca peca, que nunca pide disculpas, que nunca finge, que nunca tiene malos pensamientos, que siempre hace las cosas correctas y nunca falla –casi nunca.
Pero bajo la mirada y me veo, y estoy pero no soy, no quiero serlo. Entonces me doy cuenta de mis dudas, y dudo de ese ser supremo que a veces existe.
Entro a mi cuarto y para alimentar mi fe que va en caída, busco entre mis libros la biblia, porque aun sin leerla solo viéndola es capaz de llenarme de fe y trato de creer entonces nuevamente en Dios. Busco y mis dedos se chocan con un pequeño libro de solo 68 pág. Leo el titulo y dice “MARX EL DES CONOCIDO” suena interesante y lo empiezo a leer, habla sobre la vida extraña y poco conocido del poeta frustrado y propulsor del materialismo Karl Marx , cuando estuve casi al final del pequeño libro me encontré con un poema satánico, una versión blasfema del padre nuestro, escrita por MARX que me encantaría que lo lean:




Padre nuestro, que estas en el cielo
Maldito sea tu nombre.
Sea hecho pedazos tu reino,
No sea hecha tu voluntad,
No, ni aun en el infierno.
Danos nuestro pan que nos robaste,
Y paga nuestras deudas, así como nosotros
Hemos pagado las tuyas hasta ahora,
Y no nos lleves más lejos en la tentación,
Sino líbranos de mal.
Pero como eres débil y pobre en espíritu
Y en poder y en autoridad,
Abajo contigo, por tota la eternidad.
Amen.




Como alguien puede ser capaz de escribir tanta barbaridad. Me asusto leerlo, pero al mismo tiempo me gusto - no lo niego – soy pecador, tengo mis dudas y estoy en mi derecho dudar. Y si estoy errando, pues no se olviden que HERRAR ES UMANO.